jueves, 23 de septiembre de 2021

México de Noche

Pues se llegó otro mágico miércoles de «México de Noche», programa que como ya he reseñado, se ha vuelto mi favorito y es por ello que me permito compartir mi opinión de él, para que si su agenda se los permite, se den oportunidad de verlo en directo los miércoles a las once de la noche, o diferido por Sky, los domingos a las 9 de la noche.
El programa es muy bueno, empezando por la ágil conducción y la sangre liviana de quienes en él participan, creo que es de las cosas que me agradan. Tanto por la conducción así campechana, amistosa de Sonia Diaz y PipeVillalobos, como por el repertorio elegido, la interpretación de los cantantes, las cápsulas presentadas semanalmente, (que aunque breves, ayudan a incrementar el conocimiento cultural de lo que significan la vestimenta, los alimentos y las tradiciones mexicanas), todo en su conjunto, conjuga un buen programa.
Este miércoles, se cambió el escenario tradicional que habían estado utilizando en Mariscos Bloom, y se trasladaron hasta la región tequilera de Amatitán, si mal no recuerdo, por ahí del kilómetro 40 de la carretera a Nogales, en la hacienda Tres Mujeres, donde se elabora la tradicional bebida.

Pues se llegó otro mágico miércoles de «México de Noche», programa que como ya he reseñado, se ha vuelto mi favorito y es por ello que me permito compartir mi opinión de él, para que si su agenda se los permite, se den oportunidad de verlo en directo los miércoles a las once de la noche, o diferido por Sky, los domingos a las 9 de la noche.
El programa es muy bueno, empezando por la ágil conducción y la sangre liviana de quienes en él participan, creo que es de las cosas que me agradan. Tanto por la conducción así campechana, amistosa de Sonia Diaz y PipeVillalobos, como por el repertorio elegido, la interpretación de los cantantes, las cápsulas presentadas semanalmente, (que aunque breves, ayudan a incrementar el conocimiento cultural de lo que significan la vestimenta, los alimentos y las tradiciones mexicanas), todo en su conjunto, conjuga un buen programa.
Este miércoles, se cambió el escenario tradicional que habían estado utilizando en Mariscos Bloom, y se trasladaron hasta la región tequilera de Amatitán, si mal no recuerdo, por ahí del kilómetro 40 de la carretera a Nogales, en la hacienda Tres Mujeres, donde se elabora la tradicional bebida.

Para quienes somos del norte, el fervor mexicano funciona primordialmente en tres fechas: la Independencia, la Revolución y cuando juega un partido importante la Selección Mexicana, fuera de ello, desafortunadamente caemos víctimas de lo señalado por José Vasconcelos, que señalaba que «donde termina el guiso y comienza la carne asada, empieza la barbarie».
¿Por qué menciono esto? Porque en mi percepción, por mis viajes y mi residir en diversas partes del país, siento que la mexicanidad se vive más en lugares como Jalisco, Colima, Nayarit, Ciudad de México, Puebla y Veracruz, que en Sinaloa, Nuevo León, Coahuila o Tamaulipas, por citar algunos. Así las cosas, desarrollar el programa con locación en lo que fuera una tradicional hacienda y hoy fábrica de tequila, fue un acierto enorme, un simbolismo de lo mexicano y en específico de lo jalisciense. Supongo que debieron surgir algunas dificultades técnicas, de iluminación y sonido, pero fueron superadas, para mostrar un programa hecho con mucho profesionalismo y amor por el público.
Del programa en sí, lo ví tan dinámico y alegre como siempre. Sonia y Pipe, son una fórmula que funciona y hace pasar un rato amable al público.
Se inició con el Mariachi Estrella de México, el más grande del mundo, que inició interpretando un popurrí que incluyó varias canciones icónicas de la música ranchera, entre ellas: «Ay Jalisco, no te rajes» de Esperón y Cortázar, una muy sentida «Amarga Navidad» de José Alfredo Jiménez, «No volveré» de Manuel Esperón, «Por un amor» de Gilberto Parra, un pequeño guiño a la ciudad de un servidor con el «Corrido de Monterrey» de Severiano Briseño, continuando con «Ella», también de José Alfredo Jiménez. Posterior a ello, cerraron con «Cocula» de Esperón y Cortázar.
No había tenido oportunidad de escuchar antes a este mariachi, pero se nota que sus cantantes tienen una depurada técnica vocal y cuando el solista requiere apoyo, tienen una coordinación armónica excelente, por otro lado, su calidad instrumental se nota, se escucha robusta, muy agradable la verdad.
En su segunda intervención, el Mariachi Estrella de México interpretó una versión de «Flor pálida», que la conocemos en la voz de Marc Anthony, pero es de la autoría del cubano Polo Montañez.
Pipe y Sonia presentaron una cápsula muy interesante, sobre el proceso de fabricación del tequila, explicado por Esmeralda de Tequila Tres Mujeres quien hizo una descripción rápida del proceso, pero quienes hemos tenido la oportunidad de visitar una tequilera (aunque a mí no me tocó ir en ocasion de jima), sabemos que es un proceso muy interesante, que incluye una sabrosa degustación. Si no han visitado Tequila, háganlo, es una experiencia muy grata (y de regreso se traen unas cuantas botellas de recuerdo). En el mismo tema, se dieron la oportunidad de entrevistar al Ing. Jesús Partida, Director de Tequila Tres Mujeres, quien platicó de los recorridos turísticos, entre los que incluye la cava más grande de latinoamérica. Los recorridos diarios de 8:00 a 18:00 horas.
Tras la cápsula dedicada al tequila, se presentó el Mariachi Corona «Alegría de México», mismo que data de 1955, quienes no se quisieron quedar atrás con su actuación y presentaron un popurrí que incluyó « La cantimplora» del refugiado español Demetrio González, «Adorado tormento» de Rubén Fuentes, finalizándolo con el huapango «La Petenera» de Elpidio Ramírez. En los puentes entre canciones del popurrí, se lucieron con el arpa y los violines, de veras, de cien.
El Mariachi Corona ligó con «Amor Gitano», conocida también como «Mal pago» del boricua ya fallecido, Héctor Flores, que entre otros han interpretado Vicente Fernández y José Feliciano.
El Mariachi Estrella regresó para interpretar «Al final», del maestro Roberto Cantoral, en una versión de bolero ranchero muy buena, esa canción si lo recuerdan, la hizo famosa Emmanuel allá por 1979.
Pipe y Sonia platicaron sobre José «Pepe» Martínez, quien fuera director musical durante más de 30 años del Mariachi Vargas, y para homenajearlo, juntaron a ambos Mariachis (Corona y Estrella de México), para tocaran la canción «Violin Huapango», de Juan Arturo Ortega, de la cual Don Pepe, realizó los arreglos.
Lamentablemente se llegó el final, y no hubo oportunidad de escuchar cantar a sus conductores, es de esos programas que no quieres que acaben, y aunque a veces el público no lo dimensionamos, producir no sé, 48 minutos que se se entregan a la estación (el resto es de identificación de canal y comerciales), implica que aunque se planee la secuencia específica y los tiempos, a veces éstos se cuelgan un poquito y hay que editar, teniendo que sacrificar en la edición algunas cosas, me imagino la dificultad del responsable de producción cuando tiene que elegir omitir o eliminar un espacio aunque sea pequeño.
Felicidades a los conductores Pipe y Sonia Diaz, a la producción, a Don Felipe Villalobos, a todo el equipo, a vestuario, maquillaje, la parte técnica, hacen un gran trabajo. Sigan por favor contribuyendo a la difusión de la cultura mexicana. Gracias por ello.

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